Aguilar dijo que todo lo sucedido sirvió «para desmentir ese cuento estúpido que eran un grupo de mafiosos bancados por el poder político, por los dirigentes oficialistas y opositores. Es mucho más complejo y delictual».
Se refirió a su tristemente célebre política de inclusión hacia los barras. «Fracasamos», dijo al respecto, a la vez que sostuvo que esa «política lleva 30 años» y que no fue impuesta por su dirigencia. Dijo que era algo recomendado «por varios organismos del Estado».
«Me siento responsable político de lo que sucede acá dentro, pero es una locura pensar que tengo algo que ver con la muerte de Gonzalo Acro. Ese homicidio no tiene nada que ver con el club. Es absurdo».
Defendió a los integrantes de Los borrachos del tablón al sostener que «jamás tuvieron dentro del club conductas delictivas o violentas, tanto Alan como Adrián jamás mostraron esas conductas. Es más, en los pasillos del club se habla bien de ellos. El 11 de febrero cometieron el peor de los pecados, rompieron sus propios códigos».
Desligó su propia responsabilidad respecto de la llegada de barras para ubicar puestos de trabajo dentro de la entidad al sostener que dicha decisión «no fue algo que tenga que ver con mis decisiones, se manejó por otros andariveles. Pero nunca lo que se dijo era lo que ganaban, son datos mentirosos (….) le dimos trabajo a gente joven de la que aún hoy se sigue hablando bien de ellos entre sus compañeros de trabajo. Durante muchos años eso funcionó. Luego de lo que sucedió en los quinchos fueron despedidos».
Negó que los barras tuvieran poder dentro del club: «Sólo tenían una vida social. Ni siquiera participaron en política. Estaban en la confitería, en el gimnasio. Nada más».
Y le quitó responsabilidades a River cuando se le recordó que muchos de ellos viajaron al Mundial de Alemania: «El club no tuvo nada que ver. Hay mucha gente de muchos ámbitos que los pudo haber ayudado y donarles pasajes».
Sobre el cierre de la entrevista, sostuvo que todo lo sucedido tuvo algo positivo: «Es la forma diferente en que la sociedad y el fútbol mira a estos grupos».
En respuesta Daniel Kiper dijo:
«Eran el brazo armado de los dirigentes. Recuerdo la venta de (Gonzalo) Higuaín, cuando los barras estuvieron para presionar en una reunión de comisión directiva. Uno la recuerda por sus características, pues yo estuve como oyente. Incluso terminó con algún entredicho y reyerta entre gente presente».
«Si él (por Aguilar) tuvo en alguna época una visión distorsionada de los violentos, es un tema para un psicólogo».
Fuente: InfoBAE
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