El Gato Spinelli
Durante la indagatoria, Spinelli se declaró inocente y precisó que la noche en que le dispararon a Acro él estaba cenando lejos del lugar del hecho con un matrimonio amigo, cuyo nombre aportó como testigos. También, aseguró que el teléfono con radio estuvo encendido y que hizo llamados, por lo que pidió que se rastreen esas comunicaciones para confirmar en qué lugar se activó su aparato. En la declaratoria, además, reconoció saber de la división que existía entre Los Borrachos del Tablón y describió con detalles cómo se desarrolló la denominada Batalla del playón , en la que incluso tuvo que asistir a Carlos Urko Berón -herido de gravedad-, que ahora se encuentra entre los detenidos.
Cerca del mediodía, cuando ingresó en los tribunales, Spinelli había expresado: «Hace mucho tiempo que no tengo relación con la barra»; también, dijo haber tenido una buena relación con la víctima y participó de una reunión que se realizó en la zona norte del Gran Buenos Aires, días después de la muerte de Acro. «Nos reunimos porque estábamos conmocionados por el crimen de Gonzalo, con quien me llevaba bien [compartieron la misma casa durante el Mundial de Alemania, en 2006]. Pero con el tema, no tengo nada que ver. Yo era un tipo que iba todos los días a trabajar y hace un mes que estoy encerrado en una casa. Me entrego, porque no soporto la presión, y si no vengo no se termina más», añadió Spinelli, que va a la cancha desde los cinco años, junto con su padre. Según versiones tribunalicias, la exposición no convenció al juez.
El cónclave al que hizo referencia el barrabrava se llevó a cabo en Carupá y en la resolución el juez efectuó una consideración sobre el encuentro. Aquella reunión no es más que la continuidad de la conjura, pues participaron de ella los principales actores de la facción hoy involucrados, y a la luz de las constataciones realizadas respecto de las comunicaciones evaluadas se convino, seguramente allí, la estrategia para enfrentar las responsabilidades emergentes del crimen , escribió el magistrado.
El abogado Vera explicó que su defendido estuvo en Carupá, aunque minimizó el hecho. «Fue una reunión extensa, pero cuando vio que no había cuestiones en las que tenía que participar se retiró. Estuvo sólo 10 minutos. El encuentro fue para comentar lo sucedido y él fue a interiorizarse, porque no tuvo participación», dijo. Y agregó: «Spinelli es pulidor de piso y por eso tiene una camioneta».
Claro que en las seis horas que estuvo, el Gato también habló de otras cosas. Dijo que Piñeyro estaba como ido en esa reunión de Carupá y admitió que siempre le daban entradas gratis para ir a la cancha. «Se las bajaba un alto dirigente de River a uno de los capos de filiales y éste, se las daba a Adrián para que las repartiera», aseguró vinculando una vez más al club con la barra.
El Pelado Piñeyro
Había mucha expectativa en Tribunales con la declaración de Sergio Piñeyro, alias el Pelado, que según fuentes de la barra fue uno de los que estuvo en el lugar de los hechos y su auto sirvió para trasladar a parte de la banda de Palermo hasta el crimen de Acro. Es más, todos auguraban que iba a contar que lo llevaron para darle un susto a Gonzalo, «y que al Colo se le salió la cadena» y que iba a deslindar responsabilidad sólo sobre cuatro barras de Palermo. De hecho Toddy, en su declaración, dijo que Piñeyro había estado. Pero el Pelado negó toda relación con el crimen y el juez, que le creyó poco y nada, lo mandó al penal de Marcos Paz y lo procesaría.
Piñeyro reconoció que la noche en que fue atacado Acro trasladó desde la provincia de Buenos Aires hasta una pizzería cercana al lugar de los hechos a Pablo «Cuca» Girón, pero negó haber presenciado ni haber tenido participación en el ataque al barrabrava luego muerto.
Dijo que había sido convocado «a una reunión que no se hizo, y como cada uno se iba yendo, él se fue también para su casa», relataron allegados a la investigación.
Piñeyro quedó complicado en la causa a raíz del relato de dos testigos, un mail anónimo que lo involucró en el ataque, los cruces telefónicos y su aparición en una agenda secuestrada durante un allanamiento a uno de los domicilios de los hermanos Schlenker, dijeron las fuentes.
Monzón Del Valle
Otro de los barrabravas de River que se encuentra prófugo de la Justicia planteó ante el juez Luis Rodríguez un pedido de exención de prisión para presentarse a declarar.
Se trata de Eduardo «Monzón» Del Valle, quien le pidió al juez que investiga el asesinato de Martín Gonzalo Acro que lo exima de ir a la cárcel porque «nunca existió rebeldía» y «desea colaborar con la investigación».
Fuentes vinculadas con la causa dijeron a la agencia DyN que el pedido de exención de prisión fue presentado por la concubina de Del Valle, quien es –además- la secretaria de su abogado defensor, Andrés Rabinovich.
El escrito sostiene que Del Valle «nunca estuvo en rebeldía» pues «se presentó espontáneamente antes de que se ordenara su detención y ofreció testigos para colaborar con la investigación».
El escrito refleja que «no se hizo valer esa prueba aportada» por Del Valle y que, por el contrario, «como expresó que quería colaborar, a partir de entonces comenzó a recibir amenazas».
Las fuentes revelaron que, además, el abogado Rabinovich también objetó la orden de captura y de allanamiento del domicilio de Del Valle.
El juez Rodríguez dispone de 24 horas para resolver el pedido, que en caso de ser negativo es apelable ante la Sala Cuarta de la Cámara del Crimen.
Fuentes: La Nación, Infobae, Olé
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