Cómo empezó el 2010

La pelea, latente, se veía venir desde la misma noche del 5/12/09, cuando Daniel Passarella ganó las elecciones. Es que cada grupo de la barra se había encolumnado detrás de uno de los candidatos. Con D’Onofrio estaba la fracción oficial liderada por Joe, Martín de Ramos, Caverna y el Uruguayo, quienes se quedaron con la tribuna tras el cobarde crimen de Gonzalo Acro. Y quien apostó por el Kaiser fue Adrián Rousseau, ex jefe junto a Alan y William Schlenker; que se jugó un pleno y ahora quiere recoger todas las fichas del paño. Adrián armó su grupo con los Patovicas de Hurlingham que lidera el Tano Beto y ya pisa fuerte: fue clave en desbancar al abogado Eduardo Rabufetti como nuevo jefe de Seguridad por tener buena onda con los Schlenker (ahora nombraron a Carlos Mosquera), y tiene una óptima relación con Daniel Bravo, ex Aguilarista, secretario general de la nueva conducción del club y quién lo hizo ingresar como empleado del Gobierno de la Ciudad a fines de los 90. También hay otro dato para no soslayar: en el súper del Apertura 06 jugado en el Monumental que River ganó 3-1, Passarella, DT del Millo por entonces, fue llevado en andas por el hall. ¿A cococho de quién estaba subido? Sí, de Adrián Rousseau.

Los primeros movimientos se vieron en la última fecha del Apertura: contra Tigre, a la “banda oficial” le bajaron la mitad de las entradas que solían darle y casi nada de plata. Joe, Martín y Caverna habrían encarado a Domingo Díaz, a quien conocen mucho de la etapa de José María Aguilar y que ahora es mano derecha del Kaiser. Pero la respuesta que encontraron no habría sido satisfactoria. Por eso, el grupo oficial decidió jugar a fondo: en diciembre incendiaron el frente del local de electrodomésticos que la familia del Tano Beto tiene en pleno centro de Castelar. Fue al otro día que un emisario de los Patovas de Hurlingham hablara con los capos de la barra actual para hacer la transición e invitarlos a sumarse, pero como subordinados. La respuesta, claro, fue incendiaria.

Por eso, 24 horas más tarde Beto apareció por el club buscando guerra. Cuentan en los pasillos del Monumental, que el líder de la barra de Italiano estaba hecho una furia loca y amenazó a toda persona que se le cruzara. Y eso detonó otro conflicto, porque la dirigencia llamó a Adrián para decirle que no querían tener al frente de la popular a un personaje indomable. Y le aconsejaron tantear a la tercera fracción en pugna. ¿Cual? Los del Oeste (con Ricardo «Richard el Gordo» Gerino y Martín «El Turco» Stambuli a la cabeza), que en las elecciones jugaron para Antonio Caselli y aquel 5/12 acataron la orden de su jefe político de volcar los votos hacía el Kaiser a media tarde, cuando el boca de urna daba al hijo del embajador argentino ante el Vaticano fuera de carrera….Y eso siempre se paga.

Así, hubo una reunión de casi 300 barras en un predio pegado al Deportivo Español donde se juntaron los del Oeste, varios ex miembros del grupo de Palermo y Rousseau para negociar una alianza.

Que habrá que ver hasta donde se puede sellar, porque los del Oeste cobraron feo en Vélez contra Los Patovicas (3/3/08) y la primera impresión es que son dos facciones irreconciliables. Aunque a la hora de tomar la popu, éstos fueron y son los primeros en escribir la palabra traición. De hecho Rousseau, que es quién tendría el acceso directo al poder, está negociando a varias bandas. Atento a esto, los de Joe, Caverna y Martín reunieron sus fuerzas en San Fernando. Se contaron 150 hombres y una veintena de armas. Todas cargadas. Todas listas para ser disparadas. Porque si nadie frena esta locura, la sangre va a volver a regar el Monumental. Y más temprano que tarde..

fuente: olé

Pasando en limpio:

La interna produjo un BigBang de fracciones que se fueron multiplicando:

1. grupo de Alan vs grupo de Adrián
2. la Banda de Gonzalo (con el Tano Beto y sin Adrián) vs La Banda del Oeste
3. JoeCavernaMartin (exAdrián – Barra Oficial) vs Banda del Oeste vs grupo de Hurlingam (Beto)
4. JoeCavernaMartín vs Banda del Oeste vs Adrián-TanoBeto
5. Barra Oficial vs Adrián y Oeste y Hurlingam y ex Palermo??????????

Se ve bastante complicado que Adrián logre aglutinar nuevamente bajo su liderazgo a:

• los de Palermo, que se supone mataron a Gonzalo y lo querían matar a él
• los del Oeste, que él personalmente echó de LBDT en el 2005
• al Tano Beto, que ahora no es bien visto por la dirigencia, pero si no está él su grupo no va a seguir apoyando a Rousseau

Encima no hay que perder de vista, que la barra oficial está dirigida por ex laderos suyos, los cuales por supuesto ya no le responden ni por lo visto le responderan…

POR LA PLATA BAILA EL MONO.

La barra el sábado 24 de abril

Toreneo Clausura 2010 – fecha 16

estuduantes: 1 – MILLO: 0

Para enfrentar a estudiantes se llevaron solo 4 trapos:

1. La TRicolor, que no se pudo desplegar por el poco espacio que había en la tribuna.
2. Escudo-14-damajuana
3. CARP ARGENTINA
4. Gonzalo presente

Muñeco de trapo

 La bandera anti-Muñeco que apareció en el partido con Godoy Cruz

Gallardo no tiene el final que se merece: señalado por la barra por no «colaborar» y desgarrado, se va luego de una temporada en la que jugó el 37% de los minutos.

Aunque hoy parece que el triunfo ante Godoy Cruz será recordado porque fue el partido del regreso de Buonanotte, en un futuro no tan lejano puede quedar marcado, también, por haber sido el último de Gallardo con la camiseta de River.
Un final, si la situación no se revierte, abrupto, triste y solitario. Triste porque un nuevo desgarro, esta vez en el recto anterior de la pierna derecha, posiblemente le impida retirarse en cancha. Y solitario porque esa bandera que apareció en el corazón de Los Borrachos acusándolo de «ortiva y golpista» lo volvió a poner en el centro de una escena en la que hubiese preferido no ser el protagonista principal.

Ovacionado por el resto del Monumental aunque no a la altura de Ortega y Buonanotte, el Muñeco reconfirmó el sábado que el 2010 no es su año. Un año que empezó con su consideración de «jugador libre» hasta que Passarella le prometió un vínculo que nunca se firmó. Que siguió con sucesivas lesiones que apenas le permitieron jugar el 40% de los minutos del equipo (en la temporada el número es inferior: 37%). Y que finalizó con este trapo que la barra liderada por Martín Caverna y Joe decidió colgar después de una reunión en la que «el Muñeco y su grupo», según ellos, decidió no aportar para la causa.

Esa reunión se dio en la caliente semana posterior al 0-2 con Boca, en la que aparecieron pintadas en los alrededores del estadio del tipo «Ganen o mueren», «Jugadores, cuiden a sus familias» o «Jugadores, están muertos». Esta última, con la particularidad de que llevaba firma: «Los del Tablón». Los mismos que en esos días apretaron a otro referente, hoy considerado «amigo» y que entonces hizo una vaquita para juntar 7.000 pesos. ¿Muy poco? Algo es algo en medio de la crisis que vive el club y que hace que los capos de la barra ni siquiera piensen en ir al Mundial de Sudáfrica como otros pares de clubes grandes. Aunque esto es, además de por la supuesta escasez de fondos, porque apuestan a consolidar definitivamente su poder en la tercera bandeja del Monumental.

Los barras, igualmente, aprovecharon para pegarle al ídolo caído en desgracia donde más le duele. Y con el agregado de «golpista» no sólo trajeron a la memoria aquel episodio con Merlo. También intentaron instalar una revuelta interna contra Astrada, liderada por el 11, que nunca existió.

fuente: olé

¿Por qué la Barrabrava de River está tan «callada»?

Los «Borrachos del tablón» parecen carmelitas descalzas. Nada de «apurar» al plantel ni dejar mensajes intimidatorios. Las únicas «pintadas» fueron velozmente tapadas. ¿Qué tiene que ver el Mundial?

Los “Borrachos del Tablón”, la barra brava de River Plate, grabó su nombre en las páginas más violentas de la historia policial por sus conflictos internos por el poder y por su capacidad de amenazar y amedrentar a jugadores y directivos cuando los resultados deportivos no acompañaban.

Sin embargo, en el peor momento de la historia deportiva del club –en el que incluso se especula con que los malos resultados podrían llevar al equipo de Núñez a mirar los promedios del descenso con preocupación- una tensa calma ronda por los pasillos del Monumental, lo que alimenta las especulaciones y rumores con un supuesto pacto entre violentos y directivos del club para financiar que viajen al mundial.

“No se puede confirmar pero tampoco pongo las manos en el fuego, es muy sospechosa esta tranquilidad de los violentos. En el club están, en la tribuna se los ve, no se fueron, así que no es absolutamente para nada descabellado pensar esto”, aseguró a 24CON Horacio Roncagliolo, ex directivo del club.

Uno de los autos que sufrió las consecuencias de los violentos (2006).

Lo más llamativo tal vez sean los antecedentes de la relación entre la barra y los jugadores. En el año 2006, River marchaba séptimo en el campeonato y tras una derrota con Racing por 3 a 1, un grupo de violentos destrozó los neumáticos de 17 autos de los jugadores del plantel, incluyendo los de Gallardo y Passarella, en ese momento entrenador Millonario.

Hoy la situación de River es notablemente más preocupante. No juega Copa Libertadores, perdió el Superclásico y quedó eliminado del torneo a las pocas fechas. Perdió 4 partidos seguidos, empató con el último Atlético Tucumán y se quedó sin DT. Pero -por suerte- no hay señales de la hinchada.

El único mensaje fueron unas pintadas amenazantes en las paredes del club, borradas pocas horas después. “Las pintadas estuvieron muy pocos minutos visibles y no se sabe si fueron del mismo club para justificarse, porque fueron tapadas enseguida. Distinto hubiese sido en el centro de la ciudad, donde hubiesen tomado más estado público”, explicó Roncagliolo.

En el último mundial de 2006, cerca de 40 integrantes de “Los Borrachos del tablón” viajaron para Alemania, en donde fueron la barra brava mayoritaria del fútbol argentino en tierras teutonas. Para este 2010, esperan repetir la cifra en Sudáfrica y para eso contarían con financiación del club a cambio de buen comportamiento.

Destino Sudáfrica

Más allá de las especulaciones, lo cierto es que si la situación del club no cambia, el futuro luego del mundial preocupa más que los resultados deportivos obtenidos hasta el momento.

Uno de los que estuvo en ese momento fue Adrián Rousseau, a quien fuentes del club señalan “off the record” como actual jefe de la barra brava y como colaborador junto a su gente de la campaña con la que Pasarella llegó a la presidencia.

Otras fuentes cercanas a la institución, que por seguridad prefieren el anonimato, aseguraron a este medio que hasta hace poco tiempo la Barra recaudaba alrededor de 30 mil pesos por partido y que aún mantienen una zona liberada en la que controlan el estacionamiento en una superficie de 70 cuadras alrededor del club, a un precio de 40 pesos por auto.

De esta actividad y ciertas sospechas que recaen alrededor de la venta de entradas, se financiarían los viajes para “apoyar” a la selección en la próxima Copa del Mundo. «Lo que más se le cuestiona desde la oposición a la flamante dirigencia de Passarella es la venta de entradas. Siempre fue -al menos- poco claro. En la previa del Superclásico (cuando volaron 4000 tickets en 45 segundos) fue un ejemplo», aseguraron a este medio fuentes cercanas al club.

fuente: 24con

Idolos en aprietos

Dicen que Dios aprieta pero no ahorca. Los barras no sólo aprietan: también ponen banderas y ni Dios ni María Santísima sabe qué más son capaces de hacer… Muchos jugadores padecen el accionar descarado de las barras bravas de sus propios clubes: en estos días, algunas de las víctimas son Juan Román Riquelme y Marcelo Gallardo, dos pesos pesados de Boca y River. El 10 de Boca, sin ir más lejos, fue citado por la Justicia porteña por haber sido supuestamente apretado por La 12 antes del partido con Arsenal. Martín Lapadú, fiscal en lo Contravencional, Penal y de Faltas, espera al autor intelectual y material del Topo Gigio el martes 27, a las 12.

Gallardo se negó a poner dinero para que la barra de River fuera al Mundial y la respuesta fue casi automática: banderazo en contra el sábado, ante Godoy Cruz: «Muñeco Gallardo, ortiva y golpista». Los calificativos elegidos no son antojadizos: se lo acusa de no poner plata (algo imperdonable para la barra pero que lo dejaría muy bien parado ante el resto de la sociedad) y de ser uno de los artífices de haber volteado al DT Reinaldo Merlo. A diferencia de lo que ocurre con Riquelme, por este tema aún no hubo citaciones judiciales.

Sabido es que Román está parado en la vereda de enfrente de Martín Palermo y de Diego Maradona. Esto es, no goza de la simpatía de La 12, que el domingo, en La Plata, colocó una bandera con una frase de Los Redonditos de Ricota: «Martín Palermo, mi único héroe en este lío». Y en Boca, una de las máximas que gobiernan en estos tiempos es que el que está con Palermo, no está con Riquelme.

Lo cierto es que a raíz del estado público que tomó la visita de la barra el domingo 11 a La Bombonerita, Riquelme dio a entender en una conferencia de prensa que algo pasó. Y que eso que sucedió lo llevó a no celebrar junto a Palermo el histórico gol 219 del Titán.

Lo que no dijo el 10 pero que trascendió es que, en medio de una apretada al equipo en general por su pésima campaña, se le reclamó a él específicamente que le pasara más la pelota al goleador.

«No me salió festejar atrás de ese arco. Por eso corrí para el córner para festejar con la platea. El domingo viví una situación que no fue muy agradable. Hay cosas que puedo aguantar y cosas que no. Creo que fui muy claro», declaró Riquelme, quien cree que todo esto que se armó alrededor del festejo y de su no tan segura continuidad «está recontra armado».

¿Lo habrá dicho por Palermo? ¿O por Mauricio Macri, el ex presidente del club que no lo quiere ver por La Boca ni en figuritas? Sólo él sabe y, tal vez, esto es lo que quiere saber el fiscal Lapadú.

Que los barras entran como Pancho por su casa a los clubes no es novedad. Y que los barras terminan teniendo mucho peso en las decisiones de los dirigentes, tampoco. No es fácil ser parte de un club sin tener la venia de la barrabrava. Y desde ahora, Román y el Muñeco tendrán la nada agradable experiencia de vivirlo en carne propia. Más en estos días en que ambos deben acordar su continuidad en sus respectivos clubes.

Ambos son cracks y están en la curva descendente de sus exitosas carreras, aunque al de Boca le queda bastante más hilo en el carretel. Y si los barras les juegan en contra, cuentan con bastante apoyo del hincha genuino. Los foros de Internet así lo indican…

Más allá de esto, es difícil que River le renueve a Gallardo. Boca, pese al grito en el cielo de La 12, quiere retener a su 10. Uno y otro son ídolos. Y están en aprietos.

fuente: Clarín

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Otro cortocircuito LBDT-Gallardo

La leyenda es curiosa. «Muñeco Gallardo ortiva y golpista», dice una bandera ubicada en la cabecera Sívori del Monumental. Justo desde allí, donde la tribuna es colonizada por la barrabrava de River, se despiertan estos mensajes acusatorios e interpretativos que no hacen más que dejar en evidencia una posible convivencia entre los futbolistas y los barras.  

La acusación a Gallardo, se presume, sería por la reciente salida del DT Leonardo Astrada. Tal vez, sino, se relacionaría al viejo antecedente y su cortocircuito con Mostaza Merlo, quien dejó el banco millonario enfrentado con el volante.

Almeyda dixit:

Sobre la bandera que «Los Borrachos del Tablón” colocaron en la popular contra Marcelo Gallardo durante el partido ante Godoy Cruz, sentenció: «acá hay un grupo y duele una bandera así porque tiramos todos para el mismo lado”.

La barra el sábado 17 de abril

Torneo Clausura 2010 – fecha 16

MILLO: 2 – tomba: 1

El trapo dedicado a Gallardo:

Chau inocentesculpados

Por lo visto la madre de Pluto, como ya tiene a su hijo en libertad (pero no exculpado), ya no tiene la necesidad de denunciar su enojo en el blog Inocentes Culpados:

Por consiguiente el link http://blogs.clarin.com/inocentesculpados/posts es borrado de nuestros Enlaces Relacionados a partir de ahora.

Mundo Barra

De un lado se habían sentado los policías. Del otro, miembros de organismos de derechos humanos. El especialista holandés Otto Adang sintió que había un muro entre ambos sectores. Se puso un gorro de River y una bufanda de Boca. «¿Pueden levantar la mano los hinchas de Boca, por favor?», solicitó Adang. «¿Y los de River?» Pidió entonces que los hinchas de Boca se sentaran a su izquierda. Y los de River a su derecha. Policías y activistas de derechos humanos se mezclaron unos con otros. «Ahora ?siguió Adang? quiero que los de Boca discutan entre ustedes y me encuentren dos puntos positivos de River. Y a los de River dos puntos positivos de Boca.» Un primer muro había sido derribado. Adang sintió que así le sería más fácil comenzar a explicar su propuesta.

Ocurrió el 6 de octubre de 2004, en la Biblioteca Nacional. Fue la primera visita de Adang. En su penúltima visita, en marzo de 2009, Adang, entrevistado por el diario Olé, fue más que claro: «La solución europea en la Argentina ?dijo el especialista? es impracticable. Allá los hooligans estaban concentrados en grupos marginales sin relación con el sistema. Acá los barras están vinculados al negocio de manera sorprendente. Tienen pases de jugadores, manejan el merchandising en las calles, estacionamientos, venta de drogas y tienen vínculos con el poder político que asombran. Por eso, el problema en la Argentina es mucho más grave que en el resto del mundo, porque acá hay que cambiar todo el sistema. Mientras eso no ocurra, es naíf pensar en reeducar a los barras o generar un vuelco total desde la educación». Adang vino a la Argentina en el marco de acuerdos a nivel de gobierno con Holanda. Formó aquí un grupo de observación integrado por fiscales, funcionarios de seguridad, sociólogos y miembros de ONG. Más de ochenta participantes y más de veinte organizaciones e instituciones diferentes que observaron quince partidos en tiempo real. Trabajaron en Córdoba, Santa Fe y en la ciudad de Buenos Aires. El relevamiento sirvió para establecer políticas tendientes a lograr que la pasión del fútbol deje de ser un escenario de guerra en la Argentina.

Holanda también tiene sus problemas. Los choques ya casi no suceden dentro de sus modernos estadios, con aficionados todos sentados, entradas personalizadas, decenas de cámaras de vigilancia, infiltración policial para prevenir incidentes y seguridad privada (stewards) en las tribunas. Clásicos como Ajax-Feyenoord suelen jugarse al mediodía para evitar problemas. Algunos partidos se disputan sin hinchadas visitantes. La de Feyenoord está entre las más peligrosas de Europa. En 1989 lanzó dos bombas caseras que hirieron a 19 aficionados en el estadio de Ajax. El sector más radical del F-Side mató a un hincha de Ajax en una célebre batalla pactada en un descampado, un día que ni siquiera había partido. Hace unos años amenazó con cuchillos a jugadores rivales y obligó a suspender un clásico de inferiores contra Ajax. Feyenoord fue expulsado en 2006 de la Copa UEFA por los incidentes de sus fanáticos. Y aún hoy, cuando se refieren a Ajax, un club identificado con la comunidad judía, los hinchas de Feyenoord hacen un largo «sssh» que busca copiar el sonido de las cámaras de gas de los campos de concentración nazis y luego cantan: «Hey, hey, hey, here comes the train», diciendo que llega el tren desde Auschwitz. Los hinchas de Ajax deben combatir también contra los de Den Haag desde fines de los 80, cuando éstos tiraron bombas al estadio y suspendieron 45 minutos un partido, mientras en las tribunas había pura batalla. Hinchas de Ajax incendiaron en 2005 la sede del Den Haag y quisieron quemar a dos hinchas, lo que obligó a declarar el estado de emergencia. Hace sólo dos semanas, los hinchas de Utrecht entonaban cantos antisemitas contra los de Ajax en viaje al estadio. El tren fue detenido y obligado a retornar al punto de salida.

Adang trabajó en distintas Eurocopas y asesora a la policía holandesa para que vigile respetando los derechos humanos en los partidos. Esa es su intención también en la Argentina. Su discurso, la semana pasada, en su última visita, abogó por «un desarrollo confortable de los espectáculos futbolísticos», reformas necesarias en los estadios y por una policía «amigable, pero firme», que sepa comunicar y negociar y utilizar también «mecanismos de resolución de conflictos alternativos y creativos para evitar escaladas de violencia». Los «mecanismos creativos», aclara Adang, no comprenden la entrega de boletos ni viajes pagos. Tampoco contratar a las barras como seguridad interna en los estadios. Y mucho menos pagarles viajes al Mundial. Eso, me dice, no es «creatividad». En Córdoba y en Santa Fe, todos los sectores asistieron y comprometieron su acuerdo. No fue igual en Buenos Aires. Faltaron policía y clubes, actores centrales para que cualquier acuerdo prospere. La metodología acordada comprende hasta la forma de cacheos a los hinchas en el ingreso en las canchas para evitar cualquier forma discriminatoria. Enfatiza «el carácter esencialmente preventivo de la seguridad». Y aboga por un tratamiento humano porque el maltrato, muy cotidiano en nuestras canchas, ya es de por sí una forma de violencia.

Adang me recibió el viernes pasado en un hotel de Barrio Norte. Tres horas antes, habían asesinado en Rosario a Roberto «Pimpi» Camino, ex líder de la barra de Newell?s. Fue el cuarto asesinato en el fútbol argentino en el mes de marzo. El quinto del año. El número 249 en 87 años. Ninguna de las cinco muertes de 2010 se produjo dentro de una cancha. Y cuatro de ellas fueron por disputas internas. La violencia en el fútbol, es cierto, no es patrimonio argentino. La misma semana pasada fue asesinado un hincha en Colombia y otro en Francia, este último también fruto de una disputa interna de la barra del Paris Saint-Germain. La crónica superficial habla de batalla entre las facciones de la Autevil y los Kops. Otras lecturas podrían ampliar al decir que ambas barras perdieron favores y espacios, y que, sin líderes con los cuales negociar, entraron en el descontrol. Y que los Kops son fascistas, y la Autevil, inmigrantes. Y que ese conflicto no es de un estadio, sino que es de las calles de París.

La violencia en el fútbol argentino parece aún más compleja. Si al barra no lo protege el club, lo protege la policía y si no lo protege la policía, lo protege algún sindicato y si no lo protege algún sindicato, lo protege algún político. El «Pimpi» Camino venía de cumplir prisión por el homicidio de su esposa, cuando en 2002 asumió a los tiros el liderazgo de la barra, de la mano del presidente Eduardo López. Desde entonces, hubo ocho asesinatos dentro del mundo barra de Newell?s. Camino sólo volvió a caer preso a fines de 2009, por los destrozos en la sede del club tras la derrota electoral de López y luego de permanecer tres meses prófugo, «a cobijo del Sindicato de la Carne», según dice La Capital, de Rosario. Sin López, Camino, sugieren las investigaciones judiciales, se dedicó a la venta de cocaína y pisó territorios que ya tenían dueño. El mismo policía que lo había detenido el año pasado en Buenos Aires (el sargento primero Alejandro Urquiza), hombre de confianza del jefe de la policía de Santa Fe, permaneció en el bar en el que estuvo Camino la madrugada fatal. Allí trabaja un policía exonerado. Urquiza se fue apenas un rato antes. Cerca de las seis, Camino salió a la calle junto con dos jovencitas para atender una llamada. Lo fusilaron con cinco balazos. Los dos primeros en las piernas y los otros tres, cuando ya estaba en el piso, de la cintura para arriba. El último traspasó el tórax y le perforó el corazón. Las crónicas hablan de zona liberada y dicen que cuando arribó la policía, el lugar había sido baldeado. Camino ya no gozaba de entradas, viajes, alquiler del microestadio cubierto y concesión de pileta. Y mucho menos de los derechos federativos de los pibes del club.

Lionel Messi se inició en las inferiores de Newell?s, en plena gestión de López. Su padre se lo llevó al Barcelona cuando tenía 13 años. Si Leo seguía en Newell?s, el «Pimpi» Camino bien podría haber sido dueño de su pase. Adang sabe que así es el mundo barra del fútbol argentino. Pero insiste en su tarea formativa. Prevenir, educar y respetar. Para que nuestras canchas algún día dejen de ser el Far West.

fuente: La Nación