Documental que desnuda a la mafia del fútbol argentino. Barras, Dirigentes, Funcionarios, Periodistas, Abogados y Jueces forman parte del entramado mafioso que lucra con la violencia en el fútbol.
El ex capo de la barra de River sigue conectado con la actual cúpula y está involucrado en la causa de la reventa de entradas, según informa el diario Olé.
Adrián Rousseau y Alan Schlenker lucharon mucho tiempo por el manejo de Los Borrachos del Tablón, hasta que diversas causas judiciales -el primero fue condenado a cadena perpetua por el crimen de Gonzalo Acro- los alejaron de la barra de River. Sin embargo, ese distanciamiento no fue tan así: según la nota que el periodista Gustavo Grabia escribió este viernes en Olé, Rousseau sigue conectado a la hinchada
¿Cuál es el origen de la información? A raíz de la reventa de entradas, un policía de la Metropolitana se infiltró en la barra y detalló cómo «el ex capo y actual corredor de motociclismo se reúne con quienes manejan a Los Borrachos monitoreando el tema de los tickets que salen por vía ilegal». A eso se llegó por «pistas que surgían en las conversaciones de Martín Araujo, Matías Goñi y Guillermo Godoy, el trípode donde se asienta el poder de la tribuna Sívori», donde se indicaba que las reuniones serían en una estación de servicio de Honduras y Juan B. Justo y en un lavadero de autos de La Pampa y Figueroa Alcorta. En este último lugar se reunirían antes del Superclásico en el Monumental.
Entonces, hasta allí fue un policía de civil «que hizo guardia y cerca de las 22 horas vio que ingresaba Adrián Rousseau en una Toyota Hilux». Cuando salió fue a la confitería que está frente a River y retiró cosas que le acercaban dos personas que habían salido del club. Entonces, según el relato de Olé, regresó al lavadero para encontrarse con cuatro barras, que le rendían sobres mientras anotaba en un cuaderno números y nombres.
Como si hiciera falta mayor claridad, en la foja 287 del proceso judicial hay un informe del Comisionado Carlos Antonio Garaventa, del Area de Investigaciones de la Comuna 12 de la Metropolitana que dice: «El usuario Matías (por Goñi) y el usuario Martín (por Araujo) reciben y se comunican en reiteradas oportunidades con Hugo Adrián Rousseau, con quien mantienen conversaciones referentes a la reventa de entradas y manejo de las filiales del club River Plate, manifestando que se encontrarían personalmente en los locales denominados El Aguila y Manotas».
Conocido por haber apoyado a Daniel Passarella en la anterior campaña para presidente, Rousseau apostó por un candidato que en la última elección salió perdedor. Las preguntas ahora apuntan a cómo hará Rodolfo D’Onofrío para cumplir con su eslogan de campaña de no pactar con los delincuentes. El panorama juega a su favor: los Borrachos tienen que afrontar el próximo año las causas por la apretada a Pezzotta en el partido de la Promoción con Belgrano de 2011 y un ataque con armas blancas a un representante de jugadores de Inferiores, a las que se suma esta investigación por la reventa.
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Ya es un clásico. La disputa por el reparto del botín, simbolizada en quiénes se apoderan de los estratégicos paraavalanchas, deparó muertos, heridos, detenidos y sentenciados en las dos principales barras bravas.
En Los Borrachos del Tablón todo está, en apariencia, más tranquilo. Desarticulada su plana mayor tras el asesinato de Gonzalo Acro, varios barrabravas esperan un juicio. Recién se los volvió a mencionar para las elecciones en River que ganó Daniel Passarella. Distintas versiones señalaron cómo se mimetizaron unos y otros cerca de los candidatos. Hay alerta máxima para 2010.
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Ver nota completa acá.
Se acabó lo que se daba: el juez Luis Rodríguez, que desde 2007 había acumulado todas las causa sobre la barra brava de River y también sobre su dirigencia, quedó fuera de juego. La Sala IV de la Cámara Penal lo apartó de los procesos tras declarar nulo un nuevo fallo, en este caso por la gresca de los quinchos. Y al ser la séptima nulidad que le decretaban desde que arrancó con las investigaciones, decidieron que ya no estaba en condiciones de seguir al frente de los casos. Ahora la Cámara sorteará el juzgado en que recaerán todas las causas, aunque en Tribunales algunos no descartan que las mismas las tome el juez Zamudio, quien fue el primero en investigar lo que ocurrió en quinchos y también la guerra del playón, trabajando conjuntamente con la fiscalía de Saavedra. Igual, a los efectos prácticos, para los barras de River presos la situación no cambia: el caso Acro ya está elevado a juicio oral y los hermanos Schlenker, como instigadores, y Cuca Girón, el Colorado Luna y Oveja Pintos, como presuntos coautores materiales, tienen la prisión preventiva confirmada por la misma Sala que ahora desafectó al juez Rodríguez.
El hecho que motivó la decisión de los camaristas Alberto Seijas, Alberto González y Marcelo Lucini fue la justificación del juez para no dar por prescripta la causa por la gresca de los quinchos, del 11/2/07, previo a un partido con Lanús, que tiene a Adrián Rousseau, Alan y William Schlenker, Alexis Decoste y Christian Ghisletti como imputados por lesiones leves en riña. El abogado de Rousseau, Ignacio Irurzun, había pedido que se cerrara porque no había sido elevada a juicio tras dos años de iniciada la instrucción. El fiscal se opuso y el juez también, aunque este último justificó su decisión utilizando la figura de «secuela de juicio», esto es, la prescripción es interrumpida por nuevos delitos (en este caso, playón y la batalla de Lugones). Pero como ambos no tienen condenas (ni siquiera están elevados a juicio), la Cámara consideró el argumento nulo. Y volvió todo para atrás. Y como ya es la séptima vez que hace esto en las distintas causas sobre River que tiene el juez, decidió apartarlo.
La medida en principio no favorece ni perjudica a los barras, hasta tanto no sepan en qué juez recaen las causas. En el caso de los dirigentes, Rodríguez, tras sospechar connivencia, los sobreseyó pero al empezar todo de nuevo con otro magistrado, éste podría tener otra opinión.
En una cena festejo pero que bien podría verse como un mensaje hacia la interna de la barra, Adrián Rousseau se juntó a festejar la noticia en una parrilla de Hurlingham con un grupo de 12 patovicas de esa zona, identificados con el Tano Beto. Esto recalienta la interna en Los Borrachos, donde el grupo del Oeste atacó dos semanas atrás a la barra oficial de Joe y Caverna.
Fue la crónica de un final anunciado. Tanto, que aunque el fiscal pidió dos años de prisión, Olé había anticipado 20 días atrás que Adrián Rousseau resultaría absuelto del juicio por lesiones, daños, resistencia e instigación a cometer delitos que se le seguía por la batalla producida en el Monumental el 26/1/06, tras un partido de Copa frente a Oriente Petrolero. Igual, el anticipo no da para vanagloriarse: tras escuchar cómo los policías involucrados favorecían con sus declaraciones al barra, vaciando de pruebas el proceso, el final estaba cantado.
El veredicto comenzó con la decisión del Tribunal 15 de decretar la nulidad del reconocimiento fotográfico de Rousseau que habían hecho los guardias de Infantería en la etapa previa de Instrucción, porque este debería haberse hecho en rueda de personas y no por imágenes. Igual no fue esto lo que absolvió a Adrián, según confirmó una fuente de Tribunales, sino las declaraciones de los policías en el juicio, quienes dijeron que no podían asegurar que Rousseau haya estado en la guerra (cuando en Instrucción habían declarado lo contrario) y el video editado que entregaron River y las fuerzas de Seguridad, donde increíblemente se veía el inicio de una trifulca y el final, y no todo lo sucedido en el medio, donde habría tenido activa participación Adrián, por entonces capo de Los Borrachos del Tablón.
El resultado es vital para Adrián, porque mejora su situación de cara a las restantes tres causas en que está procesado: la gresca de los quinchos, la batalla del playón y la guerra en la Lugones, previa a un partido contra Vélez. En estas se lo acusa de daños, resistencia y lesiones. Y si todas las causas hubieran ido a juicio al mismo tiempo, probablemente otro sería el resultado porque habría sido imposible no probarle que era el líder de ese grupo de delincuentes disfrazados de hinchas, llamados Borrachos del Tablón.
Como anticipó Olé, Adrián Rousseau está en la mira. |
La encrucijada en la que está la Justicia con el tema de la barra de River entró en una nueva etapa de presión. Mientras los jueces Marcelo Zamudio y Laura Bruniard se tiraron el caso entre sí y mañana la Cámara de Apelaciones definirá cuál de los magistrados deberá trabajar sobre un tema que, está claro, les quema, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, salió a meter más presión. «Avanzamos con las investigaciones. Hay semiplena prueba de que uno de los personajes, con nombre propio, conocido y hasta exhibido en algún momento como artista de rock, está involucrado en la reyerta del otro día. El nombre lo dejo en suspenso porque todavía está en análisis del juez y seguramente surgirá la captura», aseguró casi como si la independencia de poderes fuera un trámite. Sus palabras resonarán fuerte en ambos jueces, que en diferentes situaciones desde la gresca de los quinchos del 11 de febrero previa al partido contra Lanús, se negaron a poner presos a los Borrachos del Tablón.
El ministro basa su esperanza en que las pruebas reunidas en el allanamiento en la casa de Adrián, el miércoles pasado, son evidencia suficiente. Dos armas blancas, fundas de pistolas y chalecos antibalas podrían comprometerlo, tanto como un testimonio que dice haberlo visto en el lugar de los hechos. Fernández, además, confirmó que el Monumental no sería clausurado porque los hechos empezaron afuera, y puso en duda la real colaboración de la dirigencia deportiva en la problemática. «Estamos trabajando de cerca el tema River hace tiempo. Después de algunos desmanes conocidos, mucha información no nos fue proporcionada por la dirigencia del club y nuestro análisis no lo hemos dejado de llevar a cabo», afirmó.
La situación de Adrián Rousseau sigue complicándose en la Justicia. El ex jefe de Los Borrachos del Tablón ya tenía elevada a juicio una causa por atentado y resistencia a la autoridad más lesiones leves e instigación a cometer delitos, por la batalla de Oriente Petrolero, de enero de 2006, cuando la barra de River se enfrentó con la Infantería, y ahora el fiscal de Saavedra, José María Campagnoli, requirió al juez Luis Rodríguez que eleve también a juicio el proceso que se le sigue por «la pelea de la Lugones», suceso en el cual la fracción de Rousseau, en su intento por ir en búsqueda del Grupo de Palermo, rivales en la barra, se enfrentó a la Policía previo a un partido con Vélez del Apertura 07. Aquí se lo acusa por lesiones leves y por la autoría de la pelea. Si en ambas es condenado, iría preso.
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