El hospital Pirovano recibió a los heridos.
En una pelea por entradas y cuestiones barriales, un barra de River baleó a otros dos antes del partido. Los heridos están fuera de peligro y el agresor, detenido.
Habrá que acostumbrarse. El fútbol argentino es ésto. Un partido, la crónica de los goles si los hubiese, las declaraciones de los protagonistas en conferencia de prensa y el recuento de heridos. Aunque suene increíble, todas las semanas la violencia dice presente en los estadios. Y otra vez, como 21 días atrás, el escenario fue el Monumental. En aquel momento se trató de un ataque de la barra de Colón a hinchas comunes de River que dejó dos heridos de arma blanca. Ayer, una hora antes de que Mauro Vigliano diera comienzo al encuentro ante Vélez, hubo una pelea entre terceras líneas de Los Borrachos del Tablón que terminó con dos hermanos con heridas de bala en sus miembros inferiores y otro barra detenido, acusado de ser el autor de los disparos. Todo pasó en la estación Scalabrini Ortiz de la línea Belgrano Norte de trenes, que está justo enfrente del Monumental. Hasta ahí habían llegado los barras que provienen de la zona Norte, en este caso más específicamente de Villa de Mayo, Los Polvorines, Grand Bourg, Del Viso y Tortuguitas. En el momento en que empezó a dividirse los tickets que iban para un lado y para otro, los hermanos Coria (el menor de 23, el mayor de 29) se pusieron a discutir con otro violento al que conocen no sólo de la cancha, sino también de su patria chica, Tortuguitas, de apellido Méndez. La disputa fue subiendo de tono hasta que Méndez decidió terminarla de la peor manera: a los balazos. Y les pegó un tiro a cada uno en sus piernas. Mientras el resto del grupo se dispersaba, dos policías llegaron hasta el lugar y Méndez salió corriendo por la avenida Cantilo, aunque a 200 metros lo alcanzaron y quedó detenido en la comisaría 51 a la espera de que le tome declaración la titular del juzgado correccional número nueve, Ana Díaz Cano, quien interviene en la causa que lleva la carátula de abuso de armas y lesiones leves, que por producirse en un ámbito deportivo puede tener una pena de hasta dos años y ocho meses de prisión. Y en caso de que Méndez no tenga antecedentes (al cierre de esta edición estaban cruzando la información con todos los distritos judiciales del país), quedaría en libertad. Mientras, los hermanos Coria fueron trasladados al hospital Pirovano donde estaban fuera de peligro.
En la pelea no participaron los mandos superiores de Los Borrachos, que a esa altura estaban reunidos dentro del estadio, lejos de donde otro hecho de violencia sacudió al fútbol dejando en claro una vez más que la solución al problema está lejos de llegar.
losborrachosdeltablon.wordpress.com 
Comentarios recientes