Los líderes de las facciones en que se divide la barra brava de River, Alan Schlenker y Adrián Rousseau, fueron procesados en distintas causas por episodios violentos vinculados al club, el primero de ellos por el crimen del hincha Gonzalo Acro. Fuentes judiciales informaron que Schlenker fue hallado autor mediato del homicidio calificado de Acro, por ser cometido por dos o más personas, y también se le endilgó la tentativa de homicidio de otro hincha, Osvaldo Matera. Con esta decisión, adoptada por el juez de instrucción Luis Rodríguez, Schlenker continuará detenido por ahora en la cárcel de Marcos Paz, aunque su abogado, Roberto Ribas, apelará hoy el fallo ante la Cámara del Crimen.
“La resolución no es convincente, hay errores y los vamos a remarcar. El juez valoró especialmente la declaración de Rubén Rodríguez, un testigo que ya demostramos que mintió”, dijo el letrado. Según declaró el barra conocido como “Rubencito”, la noche del asesinato salió con Alan y su hermano William y ambos estuvieron hablando por handy, presuntamente coordinando los detalles del crimen con otros miembros de la barra. Esa y otras pruebas reunidas en el expediente fueron decisivas para procesar a Schlenker, quien cuando declaró durante más de 30 horas ante el magistrado se declaró inocente.
Además del procesamiento con prisión preventiva contra Schlenker, el juez Rodríguez tomó la misma medida con respecto a Christian “El Gato” Spinelli y Sergio “El Pelado” Piñeyro, a quienes, como en el caso de Schlenker, les trabó embargo sobre sus bienes por 250.000 pesos.
Alan Schlenker, el autor intelectual
Para el juez, estuvo la noche previa al crimen en el lugar del hecho. Y el día fatal tiene cruce de handy con Oveja. Además, lideró tres reuniones esa semana con la banda de Palermo.
Sergio Piñeyro, el hombre del auto
Está probado que estuvo hasta poco tiempo antes del crimen junto a Cuca, Kevin, William y Pluto. Y hay testigos que dicen que trasladó a los de Palermo en su auto hasta el lugar del crimen.
Christian Spinelli, malas compañías
El juez creía que su auto estuvo en el crimen, pero eso se cayó. Entonces, le endilga la participación por su presencia en una reunión previa y otra posterior al homicidio.
Los tres continuarán alojados en el penal de Marcos Paz, donde se encuentran los anteriormente procesados William Schlenker, Alejandro “Balá” Etcheverry, Carlos “Urko” Berón, Martín “Pluto” Lococo y Andrés “Raba” Torres. Aún siguen prófugos en esa causa Eduardo “Monzón” del Valle, Emanuel “Rocky” Raposo, Matías “Kevin” Kraft, Pablo “Bebote” Alvarez, Ariel “Colo” Luna, Pablo “Cuca” Girón y Rubén “Dogor” Pintos.
Rousseau, por su parte, fue procesado, aunque sin prisión preventiva, por el juez de instrucción Mauricio Zamudio por su participación en la denominada “batalla del playón”, en la que su grupo se enfrentó con el de los hermanos Schlenker en el estacionamiento del estadio Monumental, tras un partido con Independiente.
En esa causa, se le imputaron los delitos de “lesiones graves en ocasión de agresión e instigación a la formación de grupos destinados a cometer delitos”, estipulados en ley sobre violencia en los espectáculos deportivos. Junto a él, fueron procesados Matías Goñi, Carlos Alberto López y Cristian Pineda, también supuestos miembros de la barra brava.
Matías Goñi. Por lesiones y arma de guerra
Mano derecha de Adrián y Alan (era responsable de Borrachos SRL) e íntimo de Acro.
Carlos López. Por lesiones graves
Trabajaba en el Registro Nacional de las Personas y usó un auto oficial en el ataque.
Carlos Pineda. Por lesiones y arma de fuego
Es el eslabón Hurlingham del grupo armado de Adrián. Es testigo en el caso Acro.
Todos ellos fueron embargados en sus bienes hasta cubrir la suma de 10.000 pesos y, si bien no irán a prisión, están obligados a presentarse ante el juez cada 30 días.
Además, Rousseau fue procesado en otro expediente, originado en una pelea con un grupo adversario de la barra brava riverplatense, el 26 de enero de 2006, cuando el conjunto de Núñez jugó con el equipo boliviano de Oriente Petrolero por la Copa Libertadores. En esa causa, se le imputó “resistencia a la autoridad en concurso ideal con daño y lesiones leves en dos hechos”, también por la Ley De la Rúa, y se le aplicó un embargo de 5000 pesos.
Debido a que quien investiga la causa por el delito más grave –el crimen de Acro– es el juez Rodríguez, su colega Zamudio resolvió declararse incompetente y remitirle por conexión todas sus causas. Se trata de los dos expedientes en los que falló ayer y una tercera causa, por la llamada “batalla de los quinchos”, en la que la Cámara del Crimen aún debe expedirse sobre el procesamiento sin prisión preventiva de Rousseau. Es que Zamudio considera que todos los hechos de violencia forman parte de la interna que mantiene la barrabrava de River y deben investigarse en forma conjunta, explicaron las fuentes.
La mueca de felicidad por el procesamiento de Alan Schlenker en el crimen de Gonzalo Acro, a Adrián Rousseau le duró apenas una hora. Ese fue el tiempo en que la Justicia también le cayó a él y de una forma que augura un destino parecido al de su enemigo número uno. Primero, el juez Mauricio Zamudio le bajó la caña en dos causas: lo procesó por resistencia a la autoridad, daños y lesiones leves por la agresión a policías durante el repechaje contra Oriente Petrolero del 24/1/06 (La causa por la pelea con Policía e Infantería tras el repechaje contra Oriente Petrolero marcó la división de la barra. Porque los testigos primero señalaron a Schlenker como el autor de la agresión, cuando se decía que había sido Adrián. Este año, Alan fue sobreseído y los efectivos reconocieron que el agresor fue Rousseau. Así, la causa revivió.) y también lo procesó por la gresca del playón tras el partido contra Independiente del 6/5/07, en este caso por lesiones graves en ocasión de un espectáculo deportivo. Y en ambos casos le agregó el delito de instigación a la formación de grupos violentos para cometer delitos en el ámbito futbolístico. Lo que se dice, le llenó el álbum. Pero ésto no fue todo: al toque, la Cámara de Apelaciones confirmó su procesamiento por la batalla de los quinchos del 11 de febrero, previa al partido con Lanús, y que fue el primer eslabón de toda la saga Borrachos. En este caso, por instigación a cometer delitos y lesiones leves. Sumadas las penas máximas de las tres causas en que irá a juicio, podría pasar 17 años de prisión. Aunque como por separado los delitos tienen penas mínimas excarcelables, esperará el juicio en libertad. Pero una vez que se haga el mismo y aunque los jueces siempre unifican y dan una pena única que no es la suma matemática de cada caso, si es encontrado culpable tendría una condena no excarcelable. Y ésto sucedería a más tardar en el segundo semestre del 2008.
En el caso de quinchos, la Cámara también confirmó los procesamientos de Alan y Willliam Schlenker, por el mismo delito de Rousseau, cuya pena trepa hasta los seis años y medio de prisión. Y confirmó los procesos contra Gordo Neurona Decoste y Christian Ghisletti, aunque sólo por lesiones leves en riña, cuya pena no supera el año.
La suma de las causas de Adrián:
Tres años por la Copa Libertadores
Agredió a policías en el repechaje con O. Petrolero del 06. Le pueden dar hasta tres años.
Seis y medio por los quinchos
Fue procesado por instigar a cometer delitos y lesiones leves, al igual que los Schlenker.
Por playón hay ocho en danza
El juez le puso lesiones graves en un espectáculo deportivo. Está hasta las manos.
Fuentes: Página/12, Olé
Notas relacionadas:
Derecho de autor
Ahora, bajo proceso
A pagar por sus errores
Comentarios recientes